El club, que lleva el nombre del almirante irlandés William Brown, héroe de la guerra de independencia, juega en la Primera B Nacional, la segunda división. El estadio Fragata Presidente Sarmiento tiene capacidad para 25 000 espectadores, donde los aficionados, vestidos de azul y blanco, crean un ambiente festivo.
Aunque el Almirante Brown no aspira a títulos de grandes clubes como Boca Juniors o River Plate, sus brillantes victorias suelen traer alegrías inesperadas a los aficionados que apuestan en Stake 1021.
Victoria por 6-0 sobre el Juniors de Sarmiento en 1993: dominio en la tercera división
Una de las páginas más brillantes de la historia del Almirante Brown se remonta a 1993, cuando el club competía en la Primera C, la tercera división del fútbol argentino. El 15 de mayo, el equipo se enfrentó en su estadio al Juniors de Sarmiento, un ambicioso recién llegado a la liga procedente de una zona vecina. El partido comenzó bajo una lluvia torrencial, pero eso no impidió que los locales lanzaran un auténtico asalto. Ya en el minuto 7, el delantero Carlos Miguel abrió el marcador con un preciso remate de cabeza tras un córner sacado por el centrocampista Jorge Calderón. Sarmiento intentó responder, pero la defensa del Almirante, liderada por el capitán Roberto Palomino, fue impenetrable y el portero Óscar Rivadavia detuvo todas las amenazas.
El segundo gol llegó en el minuto 22: Miguel duplicó la ventaja al regatear a dos defensas y rematar al segundo palo. Al descanso, el marcador era de 3-0: Calderón transformó un penalti por una falta en el área y el extremo Daniel González añadió un gol con un remate al vuelo tras un rebote. En la segunda parte, Sarmiento lanzó al ataque a los suplentes, pero eso solo aumentó el caos. En el minuto 53, Miguel completó su hat-trick aprovechando un error del portero visitante.
Los toques finales los dieron el centrocampista Juan Carlos Sáenz en el minuto 67 y el delantero Esteban Benítez en el 82, cuyo último gol fue una auténtica obra maestra, con un regate por medio campo. El resultado final fue 6-0, una goleada total. Esta victoria consolidó a Almirante como favorito de la temporada, y los aficionados que apostaron por una gran victoria de los locales con una cuota de alrededor de 8,0 obtuvieron importantes ganancias.
Derrota por 5-0 contra Defensores de Belgrano en 2008: el regreso a la élite
Tras una serie de fracasos a principios de la década de 2000, Almirante Brown luchó en 2008 por regresar a la Primera B Metropolitana. El partido clave, el 12 de julio contra Defensores de Belgrano, un sólido equipo de la zona norte de Buenos Aires, se disputó a domicilio en el estadio Juan B. Subelía. Los visitantes comenzaron con agresividad: en el minuto 11, el delantero centro Guillermo Uribe abrió el marcador con un disparo lejano que rebotó en el poste y entró en la portería. Defensores respondió con ocasiones peligrosas, pero el portero Sebastián Sosa, héroe de la noche, detuvo un disparo a bocajarro.
En el minuto 28, la ventaja se duplicó: el centrocampista Matías Jiménez remató un centro desde la banda de Rodrigo Brown. El descanso transcurrió con tensión, pero la segunda parte fue una sinfonía de ataques. En el minuto 49, Uribe marcó su segundo gol tras regatear a un defensa en el área. A continuación se produjo una avalancha: en el minuto 62, Jiménez marcó el segundo gol con un disparo por debajo del larguero tras un contraataque, y en el 74, el delantero Nicolás Iglesias añadió el quinto tras aprovechar una pérdida de balón en el centro del campo.
Los Defensores pasaron los últimos minutos a la defensiva, pero sin opciones: la defensa del Almirante no permitió ni siquiera disparos a puerta. El 5-0 fue una sorpresa, ya que las cuotas para una victoria a domicilio por cuatro goles de diferencia alcanzaban el 12,0.
Histórico 7-1 sobre el Atlético Minerva en 1985: el triunfo olvidado del derbi provincial
En el lejano 1985, en plena reorganización de las ligas, el Almirante Brown militaba en la liga regional de La Matanza. El 22 de septiembre, en su campo, goleó al Atlético Minerva, equipo vecino de Minero, por 7-1. Fue un auténtico derbi provincial, en el que las emociones se desbordaron. El partido comenzó con un gol en el minuto 4: el delantero Ramón Sosa, tío del legendario portero Ubaldo, remató el balón tras una jugada individual. El Minerva respondió en el minuto 18, pero eso solo sirvió para animar a los locales. Al descanso, el marcador era de 4-1: el centrocampista Óscar Aldama marcó dos goles, y el extremo Carlos Pérez y el pivote José Luis González añadieron otros dos.
La segunda parte se convirtió en un espectáculo: en el minuto 51, Sosa marcó el tercer gol de penalti, y en el 59, Pérez duplicó su contribución con un remate de cabeza. En el 72, Aldama completó su hat-trick con un disparo lejano, y el joven talento Jorge Valdés puso el broche final en el 85 con un remate cruzado. El 7-1 final supuso la victoria más abultada en la historia del club hasta ese momento. Las cuotas para una goleada así rondaban el 15,0, y los que se arriesgaron se llevaron un buen pellizco, sobre todo teniendo en cuenta el nivel del rival.
4-0 contra Estudiantes de Caseros en 2012: un paso hacia la estabilidad
En la temporada 2012, Almirante Brown consolidó su posición en la Primera B Nacional. El 8 de abril, en su visita a Caseros, venció con autoridad a Estudiantes por 4-0. El partido comenzó con un tanteo, pero en el minuto 19 el centrocampista Sebastián Aranguren abrió el marcador con un disparo desde 25 metros. Los visitantes controlaron el balón y la defensa, liderada por Martín Lambarri, neutralizó los contraataques. En el minuto 37, el delantero Pablo Verón, hijo de la leyenda, duplicó la ventaja con un disparo cruzado.
Tras el descanso, la presión se intensificó: en el minuto 58, Aranguren marcó su segundo gol y, en el 76, el defensa Gabriel Moyano marcó de cabeza tras un saque de esquina. Los últimos minutos transcurrieron a un ritmo tranquilo, sin riesgo para el marcador. Esta victoria, con una cuota de 7,5 por una victoria limpia sin goles en contra, fue una agradable sorpresa para los que apostaron por el favorito.